domingo, 11 de abril de 2010

Las Tres Palabras se quedan para tu recuerdo

Hay una persona a la que considero especial la cual ha llenado todos esos días de aventuras y lo ha hecho más interesante. Pero hasta cierto punto, también me he estresado mucho. Empecé a tomar un cariño especial por ella, pero ella por mí no, al menos no como lo hubiera deseado.

Es complicado descifrar una persona así. Alguien que hoy te dice “Eres mi sol”, porque estás ahí cuando te necesito, pero que otras te ignora. Alguien que, un día te da un beso, y otras parece que se siente extraña hasta que te le acerques, alguien que vive hablando del pasado y de lo mucho que extraña todo de él. Entonces su realidad, su presente, ¿yo?

Creo que no somos lo suficiente para llenar ese hueco. Hoy definitivamente he pensado en dejarle de hablar, tenía cerca de un año de conocerla, un año donde nos hemos pelado, hemos sido amigos, salido, pudimos ser novios, aunque todos en el trabajo pensaran que sí.

La realidad es que dejo de ser tú sol, dejo de ser tu bastón, tu apoyo, tu amigo, dejo de ser el buen besador (porque un día me lo dijo, besas muy bien) dejo de ser lo que era o significaba para ti, porque ya no tengo Interés.


Fue bueno mientras duro, lo que sea que fuimos, porque ni yo mismo lo entiendo. Vive del pasado, llorando por el pasado, recordando, anhelando y descifrando porque ya no vive esos momentos. Y llego un punto en que me llego afectar también.

Es raro, que me pude casi haber enamorado de una mujer que tiene no más de veinticinco años, dos hijos y de padres diferentes…

Es tan raro, pero así es el amor. Y Aquí es cuando digo, Adiós.

Adiós, mí querida aprendiz de princesa.


Dices ser mucho y te falta tanto.


Dios te bendiga.

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